Experiencias estudiantiles

"Estudiar en la UNAM no solo me permitió vivir en un lugar infinitamente diverso y enriquecedor, como lo es la Ciudad de México; sino que también me permitió formar parte de una de las mejores facultades de arquitectura de la región.

Tener el acceso a enormes bibliotecas, otras facultades, publicaciones académicas, libros y edificios históricos me convirtió en un mejor estudiante y una mejor persona. Sin embargo, lo más valioso de esta experiencia fueron los vínculos creados con personas docentes, alumnxs, amigxs de otros países, entre otros. Son estas experiencias las que me marcaron y continúan enriqueciendo mi formación humana, académica y profesional."

"Como estudiante de Bachillerato en Inglés de la UCR puedo decir que realizar este intercambio académico fue una de las mejores experiencias de mi vida. No solo estuve estudiando el idioma como tal pero también estuve llevando cursos en mi segunda lengua (inglés) sin necesidad de estudiar gramática o las partes técnicas del idioma. Logré encontrarme en un entorno donde todos los días ponía en práctica lo aprendido en mi carrera y siento que mi fluidez y pronunciación mejoraron. También amplié mi vocabulario y aprendí nuevas frases y modismos. Ciertamente, crecí en el idioma. Conocí otras culturas y tradiciones, probé sus comidas típicas y participé de sus actividades y juegos lo cual me ayuda a crecer como persona y abrir mi mente a lo desconocido. Conocí y aprendí sobre las fraternidades y sororidades de la universidad; asistí a una fiesta de sororidad. Además, logré compartir con muchas personas estadounidenses y de otros países sobre la cultura costarricense.

El intercambio académico en la Universidad de Georgia superó mis expectativas. Aparte del aprendizaje académico tuve la oportunidad de conocer a muchas personas con diferentes contextos culturales y logré crear lazos fuertes con amigos que espero duren para toda la vida. Como persona crecí porque me volví más independiente al estar por primera vez lejos de casa y a cargo de mí misma. Además, demostré (especialmente a mí misma) mis capacidades y puse en práctica potencialmente mis estudios de cuatro años en la Universidad de Costa Rica. Este intercambio significó mucho para mí y agradezco cada momento vivido y cada recuerdo que queda en mí.

Le recomiendo a cualquier estudiante realizar un intercambio académico porque es una oportunidad única que le permite explorar, aprender y crecer tanto en el ámbito académico como personal. Además, este tipo de experiencias son las que hacen que el mundo se desarrolle cada vez más al conocer y vivir de culturas distintas a la nuestra y, de igual modo, compartir un poquito de las tradiciones ticas."

"Mi viaje a Chile en el año 2023 fue mi segundo intento para vivir la experiencia de un intercambio. Aquella primera vez en el 2020 fue apenas mi primera experiencia viajando solo y tratando de adaptarme a un entorno diferente al que ya estaba acostumbrado. En aquel año, por las razones sanitarias a las que el mundo se enfrentó, apenas alcancé a compartir 3 semanas con estudiantes de otras nacionalidades en el mundo, vivencia que  aunque fue corta, me terminó encantando y aun guardo lindos recuerdos. Desde ese entonces me quedé con las ganas de vivir la experiencia completa de un intercambio en el extranjero, por lo que en mi último año de carrera, antes de finalizarla, me decidí por viajar de nuevo a estudiar a Chile.  

Al inicio todo fue confuso por el tema de encontrar un apartamento donde vivir y cómo funcionaba el transporte por la ciudad. Cuando fui por primera vez a la Universidad, inclusive tuve sentimientos encontrados de mi experiencia allí años atrás, pero con el tiempo me fui acomodando mejor y me acostumbré al nuevo estilo de vida. Rápidamente, en cuanto la universidad inició el proceso de bienvenida para estudiantes internacionales y fui conociendo algunos, disfruté de una cálida bienvenida y recordé la agradable mentalidad de todos los demás estudiantes de intercambio: Todos venían de lugares diferentes y estaban muy dispuestos a conocer y compartir con los demás para sacarle el máximo provecho al viaje. 

Fueron muchas las amistades que logré hacer durante mis meses de estadía, conocí a personas de todo el mundo y lo más importante, aprendí muchísimo de cada una de ellas. Cuando compartíamos los suficientes gustos, sin importar el idioma que cada uno hablara, nos poníamos de acuerdo para viajar y conocer algunos de los paisajes maravillosos de Chile. Con un grupo de 10 personas, en donde casi todos éramos de nacionalidades diferentes, conocimos el increíble desierto de Atacama al norte del país, el cual es uno de los lugares más secos de la tierra pero además es uno de los mejores lugares para ver las estrellas del firmamento por la noche. En este lugar llegamos a ver con mucho detalle varias estrellas en el cielo (así como las constelaciones que conforman) y algunos planetas del sistema solar. Recuerdo que ver Júpiter con un telescopio fue simplemente indescriptible, el ver cada uno de sus anillos y sus colores. Por otro lado, 2 amigas (una polaca y una italiana) me invitaron a un viaje al Sur de Chile, específicamente a la Patagonia. En este viaje fuimos a varios lagos, ríos, bosques, aguas termales un volcán y sobre todo tuvimos una expedición hacia la imponente cordillera de los Andes. Esta última fue una caminata de un día completo donde ascendimos mil metros, durante el trayecto tuvimos la oportunidad de atravesar diversos paisajes, vistas, fauna y flora a la que uno definitivamente no está acostumbrado a ver, esto hasta que llegamos a la parte más alta del recorrido, en donde nuestra vista estuvo a pocos kilómetros de los picos más altos que marcaban el fin del territorio chileno y el inicio de Argentina. Respirar ese fresco aire y deleitarse la vista con esas imponentes cordilleras será sin duda un recuerdo que siempre guardaré gratamente en mi memora. 

Finalmente, en cuanto a mi aprendizaje académico, los convenios de la UCR me dieron la oportunidad de estudiar en la mejor universidad para ingenierías de toda Latinoamérica, hecho que de por sí solo para mí ya era muy gratificante y enriquecedor. Cursé materias que no se brindaban en la UCR, por lo que obtuve conocimientos que de otra manera no hubiera podido conseguir durante mi licenciatura. Las instalaciones de los campos de la universidad tenían un alto nivel de tecnología y de confortabilidad, los docentes tuvieron un pensamiento crítico a la hora de enseñar sus materias y estuvieron abiertos a ayudar en todo lo que necesitara, inclusive muchos de ellos me aconsejaron con temas relacionados a mi proyecto final de graduación y uno en específico ofreció tomar un rol como asesor de mi tesis. Adicionalmente, exploré habilidades que nunca había contemplado, pues me inscribí en el equipo de Judo de la universidad, hecho que me permitió mejorar muchísimo mis habilidades de defensa personas y además hacer grandes amigos de otras carreras. 

Considero que este tipo de experiencias todos los estudiantes deberían vivirlas al menos alguna vez en la vida, te abre mucho la mentalidad a un mundo lleno de cosas por descubrir y te abre el apetito por más aprendizaje cultural."

"¡Salí de mi cotidianidad y entré a un mundo donde todo era nuevo!
Viví dicotomías donde me rodeaban las diferencias y las similitudes, lo estupendo y lo pésimo; permitiéndome abrir mi mente hacia otros mundos posibles y abrazando mis orígenes como nunca.
Aprendí mucho sobre mí, mi país, mi patria y mi continente, mientras a la vez contemplaba otras realidades y a la vez cambiaba mi perspectiva sobre muchas cosas.
Conocí maneras de comunicarme distintas a las que estaba acostumbrada y asimilé un nuevo idioma a pesar de también ser hispanohablante -incluso practiqué mi inglés inesperadamente- y finalmente; ¡Vi arte y teatro como nunca!"